LA BALLENA GRIS

Las ballenas pertenecen al grupo de los mamíferos marinos también conocidos como cetáceos. En este grupo se encuentra la ballena gris, la cual tiene como nombre científico Eschrichtius robustus. La ballena gris tiene un ciclo de vida muy original, ya que la mitad del año se dedica a viajar; de la otra mitad, tres meses los dedican a alimentarse en las aguas del Océano Ártico y del Mar de Bering, y los otros tres meses se ocupan de sus actividades de reproducción dentro de las lagunas y bahías de la Península de Baja California.

La ballena gris es un animal que mide de 12 a 16 metros y puede pesar de 20 a 35 toneladas. Pertenecen al grupo de las ballenas que no tienen dientes (misticetos), ya que en su lugar existen unas láminas corneas de queratina que se sostienen de la mandíbula superior. La queratina es una proteína que es similar a la que forman las uñas y el cabello del hombre. Estas láminas son conocidas como "ballenas" y se ramifican en "peines" o "barbas" que llegan a medir 50 centímetros de largo, son flexibles y de color marfil.

A diferencia de otros cetáceos, la ballena gris se alimenta del fondo del mar, donde su principal comida son pequeños crustáceos (animales parecidos al camarón pero más pequeños) así como de otros pequeños invertebrados. Durante el verano, cuando se encuentran en las aguas frías del Ártico y del Mar de Bering, se les observa alimentándose en fondos arenosos, donde dejan enormes huellas o "mordidas" en el fondo del mar, dedicándose hasta 18 horas diarias a esta actividad.

La migración que realiza la ballena gris se considera de las más largas de cualquier mamífero. Viajan aproximadamente 16,000 kilómetros durante 6 meses, de ida y vuelta desde el Ártico hasta Baja California, en grupos organizados para reproducirse y refugiarse de los fríos del Norte. Durante su migración pueden nadar sin parar por periodos de 20 horas a una velocidad de 4 nudos (aproximadamente 7 kilómetros por hora), pero si se les molesta, alcanzan 10 nudos o más de velocidad.

A lo largo de la migración siguen el contorno de la costa a 50 metros de profundidad; sin embargo, se pueden observar grupos que se acercan más a la línea de la costa. Gracias a que han desarrollado extraordinariamente el sentido del oído, las ballenas pueden saber a qué distancia se encuentran del fondo del mar y, de esta forma, evitar quedarse varadas en aguas poco profundas. Han desarrollado un sistema que funciona como el sonar y así se orientan en su navegación: emiten sonidos que se propagan por el agua y al fondo las ondas sonoras regresan a su punto de origen; así la ballena las percibe y es capaz de orientarse.

La ballena gris, como todo mamífero, respira con pulmones y sus orificios nasales o narinas se encuentran en la parte superior de la cabeza, ligeramente atrás de la altura de los ojos. Normalmente tienen tres respiros a intervalos de 15 segundos, para después sumergirse y durar bajo el agua entre tres y siete minutos. Se sabe que han permanecido hasta 15 minutos, pero necesariamente tienen que subir a la superficie del mar para respirar.

Al momento de nacer, la ballena gris es de color gris obscuro y conforme crece se observa de un color gris claro por la gran cantidad de organismos que se le pegan a la piel. Estos organismos llamados balanos se le van pegando a la piel y al desprenderse dejan cicatrices blanquecinas y que de lejos le dan la apariencia grisácea que conocemos.

Su cuerpo está cubierto por una espesa capa de grasa que le permite mantener la temperatura corporal entre 36 y 37 grados centígrados (parecida a la de los humanos) incluso en aguas muy frías. Sus riñones son casi de un metro de largo y pesan 70 kilogramos; poseen un sistema muy eficiente para filtrar el agua, desechar la sal por la orina e incorporar el agua a la sangre.

Las hembras preñadas que llegan a las lagunas buscan lugares poco profundos, donde puede haber de 3.5 a 15 metros de profundidad, y prefieren las aguas quietas y templadas. Solo se aparean cada dos años, ya que el periodo de gestación es de trece meses. Se cree que como en otros cetáceos, una o dos hembras auxilian a que se logre el parto, el ballenato nace de cola y una vez expulsado del vientre de la madre es ayudado a que saque la cabeza a la superficie para que pueda respirar.

El ballenato tiene un periodo de lactancia de 11 meses, durante el cual no se separa de la madre, que lo alimenta con un par de mamas situadas en la región ventral. La leche es bombeada a la boca de la cría y es rica en grasas (53%), así que en tres meses el ballenato crece rápidamente y logra fortalecer lo suficiente para iniciar su primera migración a los mares árticos. Los ballenatos consumen 190 litros de leche al día, y dejan de tomar leche de la madre entre los 7 y 12 meses.

Material proporcionado por el grupo Coordinación Educativa de Pro Esteros de Ensenada, B.C. teléfono (646) 178-6050.